Insight Meditation Houston

El Gozo

La maestra de meditación Pema Chödrön habla sobre el tema del gozo. Creo que muchas personas ponen el énfasis en el sufrimiento en su práctica de la meditación. El foco está sobre los pensamientos, las palabras y los actos no placenteros, asociados con vergüenza y dolor.

Thich Nhat Hanh, el monje de Vietnam, dice que si podemos conectarnos con lo que está pasando, hay un sentido de maravilla y gozo en cada momento, cada respiración, cada paso, y cada movimiento de nuestro día. El obstáculo más grande cuando no podemos conectarnos con el gozo es el resentimiento.

El gozo tiene que ver con nuestra visión de lo precioso en la vida. Nuestras quejas y preocupaciones nos impiden notar que hay una brisa suave tocando la piel, o que hay flores bonitas en la sala, o que hay un aroma rico que viene de la cocina. Una actitud amarga nos bloquea de ver, escuchar, saborear y sentir con gozo.

Hay un cuento de una mujer que está huyendo de un tigre. Ella corre a un precipicio y trata de bajar por una enredadera. Abajo hay otro tigre.

Un ratón empieza a morder la enredadera que está apoyando su peso. En este momento ella observa una planta con una fresa. Con el tigre arriba y el tigre abajo y con su futuro tan inseguro, ella pone la fresa en la boca para gozarla plenamente.

Nuestra vida es así. El nacimiento y la muerte son como un tigre arriba y un tigre debajo de nosotros. Cada momento es exactamente como es. Quizás es el último momento de nuestra vida o la única fresa que vamos a comer. Podemos sentirnos deprimidos sobre eso, o podemos apreciar lo que tenemos en cada instante.

El monje Tibetano Trungpa Rinpoche dijo “Tú puedes hacerlo!” Todos nosotros podemos despertar y valorar lo que tenemos ahora. Thich Nhat Hanh explica que todos cargamos un bulto de dolores y quejas, y que con bastante motivación podemos dejarlo.

Atrás de todas las preocupaciones y aversiones en tu mente, el sol está viajando a través del cielo, los pájaros están volando y buscando comida, y las flores están creciendo. Puedes desarrollar una curiosidad, un interés y una pasión para la vida. Puedes conectarte con tu gozo, empezando ahora.

Los indios Navajo enseñan a sus niños que cada mañana cuando el sol aparece, es un nuevo sol que nace cada día, solamente para ese día, y nunca va a regresar. Los niños aprenden, “El sol tiene solamente un día. Vive esta día en una buena manera para no perder el tiempo del sol.” El reconocer la preciosidad de cada día es una buena manera de vivir.

Tomando una perspectiva más amplia

Cuando practicamos la meditación, tomamos una perspectiva expandida sobre la vida. No estamos tan metidos con las preocupaciones egoístas y los intentos de controlar los eventos a nuestra manera.

En muchas tradiciones el círculo es un símbolo poderoso para lo sagrado en todas las cosas. Si podrías dibujar un círculo alrededor de ti mismo, podrías darte cuenta de que estás siempre en el centro del universo y en un espacio sagrado. Desde este centro podrías apreciar todos los detalles de tu vida.

Si podrías imaginar un espacio suave alrededor de ti, podrías experimentar el mundo con toda su grandeza, fluidez, color y energía. Puedes ofrecer amistad a tu cuerpo, tu mente, tus pensamientos, tus palabras y todo el mundo adentro de tu círculo.

No necesitamos esperar hasta el futuro para alcanzar la iluminación. Ahora puedes empezar a abrir tu corazón y notar los milagros diarios alrededor de ti. Cuando giras una llave y el agua aparece, es un milagro, especialmente para una persona que ha vivido un rato sin acceso al agua.

Nuestro trabajo es usar lo que tenemos para despertar. No importa lo que tienes en esta vida, si tienes un cuerpo bello o una deformidad física, riqueza o pobreza, estabilidad mental o estrés interior—cualquier cosa puede despertarte o darte sueño. Es el reto de ahora. Qué vas a hacer con lo que ya tienes—tu cuerpo, tu mente, tus palabras?

Cada persona que entra en tu espacio sagrado está aquí para una razón y para enseñarte algo. Puedes abrirte a las lecciones de cualquiera persona con quien te encuentras?

[La semana pasada fui a la zona arqueológica de Cacaxtla, y en el museo del sitio, leí que el nombre “Cacaxtla” significa “un lugar de transporte.” Después de explorar la zona arqueológica, tuve una comida en un restaurante cerca del sitio. La mesera era una mujer indígena con una sonrisa bella. Le pregunté si ella nació cerca de la zona. Ella contestó que por toda su vida estaba viviendo en ese territorio. y que el nombre “Cacaxtla” quiere decir “el lugar donde las lluvias mueren.” Prefiero su definición más poética!

Ella mencionó que cada tarde estaba gozando una vista de la puesta del sol desde la ventana del restaurante. Me di cuenta de que esa mujer no tiene las oportunidades que tengo para viajar alrededor del mundo, y que ella tiene mucha satisfacción observando la belleza de los ritmos de la naturaleza en el lugar de su nacimiento. Sin saberlo, ella estaba enseñándome como apreciar las cosas sencillas que ocurren cada día.]

A veces estoy mirando la puesta del sol con una perspectiva amplia, notando el milagro de todos los cambios en los colores. De repente empiezo a pensar sobre algunas preocupaciones, y puedo sentir que el mundo se está cerrando. No tengo la misma apreciación para la belleza en frente de mí.

Un obstáculo grande que nos impide tomar una perspectiva más amplia es que nos perdemos en las emociones y nos cerramos adentro. [Es como si estuvieras en la orilla del Cañón del Cobre y tuvieras una bolsa negra sobre la cabeza.]

Pero podemos notar a nosotros mismos “pensando,” y soltar la preocupación del momento para abrirnos AHORA al espacio. En cualquier momento tenemos esta opción.

Lo que llamamos el paraíso y el infierno no existen excepto en nuestras mentes. Hay un cuento sobre un “samauri” poderoso que suplica a un sabio, “Dime cómo es el paraíso y el infierno.” El sabio dice, “Por qué debo decir la verdad a una persona tan fea y miserable como tú?” El “samauri” tiene rabia y está al punto de cortar la cabeza del sabio con su espada. El sabio dice “Eso es el infierno.” El “samauri” se da cuenta de que él está creando su propio infierno. Sus ojos se llenan con lágrimas, y él pide perdón al sabio, expresando su gratitud por la lección. El sabio dice, “Eso es el paraíso.”

El infierno es cuando rechazamos la vida como es. Con la meditación tratamos de abrir la mente y el corazón al paraíso, al infierno y a todo, con curiosidad y simpatía. Así aprendemos las lecciones de nuestras vidas.